Último Premio Prudenci Bertrana, uno de los más prestigiosos en lengua catalana. Varias semanas en las listas de más vendidos en catalán. Podríamos llamar a Iolanda Batallé "fenómeno" si no resultara obvio que lo es. Aunque no de las ventas, sino de la vida. Editora y escritora, Batallé contagia un extraño entusiasmo por todo lo que toca. Y tiene ese olfato raro de los gatos viejos del sector editorial. Si alguien la acusa de oportunismo en la elección del tema de Haré todo lo que tú quieras, estará en un error: sus lectores sabemos que este nuevo libro suyo contiene lo mejor de los anteriores, un "estilo Batallé" que se caracteriza por contar con profundidad cosas en apariencia banales, y por hacerlo con la convicción de quien tiene mucho por decir. En esta entrevista, la escritora nos revela algunas claves que nos permtirán leerla de otra forma: qué es para ella el éxito, con qué ingredientes cocina sus libros o qué se trae entre manos.
Haré todo lo que tú quieras comienza en un avión con un encuentro muy estimulante (y muy tórrido). ¿Es consciente de que después de leerla no hay ninguna mujer que suba a un avión como lo hacía antes?
Sí, lo sé. ¡Ni ningún hombre! Me encanta. Es maravilloso. De hecho me llegan muchos mensajes de personas que quieren volver de Londres en British Airways. Las mujeres me dicen: has escrito la novela que todas queremos leer. Y yo feliz. Escribir, como bien sabe usted, es muy solitario, y ver que tantos lectores están conectando con esta historia me parece maravilloso y un regalo precioso después de años de trabajo.
La novela, además de contar una relación sentimental marcada por el erotismo, hay también mucha reflexión sobre la vida, sobre el sentido de la existencia y también sobre las consecuencias de la muerte. ¿Al fin y al cabo erotismo y muerte están cerca, como siempre nos ha dicho el tópico?
La vida y la muerte están muy cerca. En Haré todo lo que tú quieras de lo que hablo entre líneas es de una bajada al infierno vestida de Belle de jour. Lo que hace Nora es conseguir vencer su propio miedo. El corazón de la novela es cómo uno se enfrenta y acepta sus más oscuras necesidades. Y esto es un tema tan antiguo como los viajes de Hércules: las pruebas personales que le llevan a uno a entenderse y a saber quién es (si esto es posible). Veo esta novela como un ritual. El ritual que inicia Nora para descubrir quién es ella. Y como siempre no hay ninguna meta, allí donde al principio había puertas cerradas ahora las abre. Lo que me interesa es que el ritual de Nora lleve a cada lector a abrir sus propias puertas. Y aquí entendemos este erotismo como vía de conexión con las fuerzas primitivas, liberadoras. Y el atreverse a entrar en terrenos ocultos. ¿La muerte?
Hay en la novela referencias reconocibles a sus libros anteriores. ¿Escribe pensando en un lector fiel?
Este fin de semana he descubierto un autor: Manuel Baixauli y una novela: La quinta planta. En ésta un personaje dice: todas mis obras son fragmentos de un único libro que se acabará cuando yo me acabe. Pues ésta es mi respuesta a su pregunta. Yo lo vivo así. ¿Pienso en un lector fiel? Pienso en el lector, en que ella o él pueda descubrir, que sienta no tanto que yo le muestro sino que él descubre y si encima relaciona libros todavía mejor. Casi le diría que no lo hago a propósito, me ocurre.
Si su personaje femenino, Nora, fuera una amiga enamorada de un desconocido a quien ha conocido en un avión, pero al mismo tiempo casada con un hombre al que quiere... Y le pidiera consejo acerca de lo que debe hacer. ¿Qué le aconsejaría?
Detesto aconsejar. Creo en la vida y en que cada cual la viva. La historia de Nora no se puede entender sin conocer bien su infancia y todo lo que ocurre desde que nace, por esto es tan importante su infancia en la novela. No se puede entender el presente sin conocer el pasado (e incluso así). Y normalmente cuando aconsejamos nos faltan datos, por ello casi siempre aconsejamos y nos aconsejan mal aunque sea con buenos propósitos. ¿Qué le aconsejaría? Que se escuche a ella misma y que el corazón es un cazador solitario.
Es su tercera novela y llega precedida por un gran éxito: premi Prudenci Bertrana, miles de lectores, varias semanas en las listas de libros más vendidos en catalán, críticas entusiastas... ¿Cómo se hace la digestión de un éxito cómo este? ¿Le afectará de algún modo todo esto a la hora de empezar a escribir de nuevo?
La digestión se hace con mucho trabajo, feliz, lentamente y a la vez sabiendo que todo cambia. Que el éxito y el fracaso son extremos de una misma cosa y que uno es uno siempre. Esto que usted llama éxito me llega a los 42 años cuando llevo 30 escribiendo y todavía más leyendo. Imagino que si esto me hubiera ocurrido con 20 habría sido otra cosa. Ahora mismo lo disfruto con una sonrisa en los ojos. Feliz por encima de todo porque Haré todo lo que tú quieras y como consecuencia mis dos libros anteriores (La memoria de las hormigas y El límite exacto de nuestros cuerpos) están llegando a muchos más lectores que antes y esto es para mí igual a felicidad.
Empecé a escribir mi nuevo mundo / universo / libro en enero del 2013, antes del premio, de los miles de lectores y de las ventas. Y allí sigo. Aunque si le soy sincera estos últimos meses poco tiempo tengo para dedicarle, pero voy tomando notas, apuntes mentales y físicos. Y como lo de escribir va con la bestia (y la bestia soy yo) también le confesaré que la escritora ataca de nuevo porque lo necesita. Necesito escribir. Esto es así.
Usted es directora editorial de La Galera. ¿Cree que es beneficioso que al frente de un equipo editorial se encuentre un creador? Y lo contrario: ¿Es bueno o es perjudicial para su trabajo creativo conocer las intimidades del mundo editorial?
Una buena doble pregunta. Con muchas respuestas. Mi respuesta a la primera pregunta es sí. Haciendo un símil futbolístico (que a mí esto del fútbol me gusta): sería el formato Guardiola (modestia aparte). Alguien que ha hecho de todo en el mundo editorial (llevo quince años en el oficio) y a la vez que escribe como le decía desde niña, por lo tanto cuando edito un texto sé quién es el que lo ha escrito, sé por lo que pasa... Y cuando dirijo a los editores y también al equipo de prensa, marqueting… también sé por lo que pasan porque yo también he hecho eso. Con lo cual uno sabe hasta donde puede exigir y por qué e intenta aportar aquello que cuando yo hacía estos trabajos me hubiera gustado que me hubieran aportado… Le he dicho que tenía muchas respuestas porque obviamente las respuestas son tan múltiples como todo el equipo que dirijo y todos los autores, ilustradores y demás compañeros con los que trabajo. A mí me encanta el trabajo al frente de la Galera y por encima de todo intento compartir la motivación que yo llevo encima y el creer en el proyecto. Lo que estamos haciendo en la Galera desde hace cinco años es único y lo sabemos. Una editorial además con más de cincuenta años de historia.
La segunda pregunta. También difícil de contestar. Sería perjudicial si yo no fuera capaz de separar, pero créame que cuando escribo, cuando creo, separo mucho. De hecho incluso dentro del trabajo de escritora hay en mí dos personas muy claras: la que escribe de saque, crea, se abandona, vive dentro de la historia… y después la que relee, edita, marca y hace infinitas versiones desde fuera. Estas dos personas ya son muy distintas dentro de la escritora Iolanda Batallé, pues imagine: todavía lo son más entre la escritora Iolanda y la editora Batallé. Does it make sense?
Entrevista de Care Santos
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